Segura, cómoda y práctica para los papás. Esos son los requisitos principales que debe cumplir la cuna.
¿Y dónde ponemos la cuna? Al principio, pegadita a nuestra cama. Una vez en su propia habitación, ni al lado de un calentador, ni debajo de una ventana, ni de estanterías o elementos colgados en la pared. Lo mejor: que la veamos sin problemas desde la puerta.
Las cunas convertibles o evolutivas:
Hoy en día existe otra opción de cuna que conviene considerar en función de las necesidades que vayamos a tener como padres, la posibilidad de comprar cunas convertibles que, una vez cumplida su función, adquieren una segunda vida transformándose en otro mueble adaptado a las necesidades del pequeño, como camita entrenadora, sillón, cama individual o cama matrimonial; deberá cumplir con las mismas normas de la cuna sencilla. Una Cama Cuna es más pesada, más grande, por ello muchas veces se deja instalada en la habitación del bebé, por lo que se recomienda un Colecho para estar cerca de los padres los primeros 6 meses.
En cuanto al colchón para los bebés, se recomienda que sea confortable, con un grado de firmeza que aminore riesgos de complicaciones como las del síndrome de muerte súbita del lactante o bronco-aspiraciones por reflujos. Los colchones de poliuretano (goma espuma) gracias a ciertas nuevas tecnologías han dado lugar a que sean capaces de ofrecer una mayor adaptación al cuerpo del bebé, así como por su propia composición los hace hipo alergénicos, acaricidas y fungicidas. Por seguridad, no deben caber más de dos dedos nuestros entre el colchón y los barrotes, piecera y cabecera de la cuna.
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Cada bebé llega al mundo dotado de una alta carga de curiosidad que lo convierte en un personaje intrépido e ingenioso, pero lo que más nos sorprende, es la velocidad con que realiza sus hazañas, porque queda completamente fuera de nuestra burbuja protectora maternal y cuando menos pensamos, ya hizo algo que lo puso en peligro de accidentarse.
Mamá precavida vale por dos, enfoquemos primero nuestra atención en estar preparadas para enfrentar esos primeros golpes o raspones teniendo un botiquín de primeros auxilios con pomadas, banditas y soluciones para desinfectar según el caso lo requiera y por supuesto siempre a la mano el contacto telefónico del pediatra.
Ahora revisemos los espacios, las zonas de peligro y adecuemos nuestro hogar a prueba de niños.
ZONA 1, LA CUNA: Existen normas de seguridad en la fabricación de las cunas, revisemos que se cumplan las medidas de espacios entre los barrotes del barandal, la firmeza del colchón, los espacios entre el colchón y la cuna, las alturas para cuando vaya creciendo, materiales no tóxicos en la pintura y acabados. Un detalle importante es no dejar dentro ningún juguete durante la hora del sueño.
ZONA 2, HABITACIONES Y ÁREAS DE CONVIVENCIA: en su primera experiencia de gateo y después cuando empieza a caminar, debemos procurar que todos los muebles u objetos de decoración estén fijos y estables, evitar tener al alcance cualquier juguete con piezas pequeñas que puedan desprenderse fácilmente, mantener fuera del alcance objetos de vidrio o muy pequeños que puedan ser llevados a la boca, mantener un piso muy limpio y lo más libre posible de obstáculos.
ZONA 3, EL BAÑO: Hay que tener todos los artículos de tocador y medicamentos en estantes altos o guardados en contenedores difíciles de abrir, podemos adquirir un tapetito especial para el piso de la regadera y así evitar resbalones, mantener el jabón fuera de su alcance y tener una bañera adecuada a su edad.
ZONA 4, LA COCINA: A todos los bebés que empiezan a descubrir que pueden abrir y cerrar puertas, les gustan los estantes de la cocina, también intentan alcanzar los mangos de las ollas, sacar botellas de los gabinetes…hay que tomar las precauciones necesarias no dejando los mangos de los sartenes hacia afuera, teniendo bajo llave todos los productos de limpieza, manteniendo fuera de su alcance la cuchillería, sacacorchos, objetos punzocortantes o de vidrio.
Las escaleras representan otro de los peligros cuando gatean o caminan, ahí podemos utilizar puertas especiales que se fijan para evitar que el bebé tenga acceso a bajar o subirlas; también están los tomacorrientes que les atraen para meter sus pequeños dedos, para esos existen a la venta tapas especiales de plástico que cubren por completo los orificios, también podemos encontrar productos de seguridad para la tapa del inodoro y para las puertas, debemos cuidar que no haya cordones o cables sueltos. La plancha y la estufa caliente, requieren de cuidar que el pequeño no esté cerca.
Sin embargo, aunque logremos mantener libres de objetos peligrosos los exteriores e interiores, sigamos todas las normas y consejos de seguridad, a veces no podremos impedir que haya un raspón, un golpe, una cortadita, por lo cual no debemos nunca sentirnos culpables, los niños son torbellinos imparables; hagamos lo estrictamente necesario, estemos alerta siempre, busquemos actividades que los entretengan y sean seguras, pero sobretodo, vigilémoslos y si después de todo eso sucede un pequeño incidente en casa, “Sana sana colita de rana”.
]]>Los niños nacen con la necesidad y capacidad de adaptarse al medio, pero si por nuestra preocupación de ver que otros bebés van más adelantados les ofrecemos modelos y estímulos más avanzados, asimilarán estos modelos y se acomodarán a ellos saltándose etapas previas necesarias para el desarrollo de sus estructuras psicológicas, cognitivas y emocionales.
¿Nuestro bebé toma biberón y el de la amiga ya lo dejó? ¿Nuestro sobrino ya aplaude y nuestro bebé no es capaz de encontrarse aún sus manitas? ¿Nuestro bebé apenas si balbucea y el de la vecina ya dice más de dos palabras? ¿Nuestro bebé no gatea y el de la prima ya corre? Estas y un sinfín de situaciones más, son temas que pueden alterar a una mamá que busca siempre que su bebé tenga un óptimo desarrollo.
Sin embargo, hay signos que son notables cuando en verdad un bebé no está respondiendo a estímulos externos y éstos son fácilmente detectados con la ayuda del pediatra, pero fuera de eso, nuestro bebé necesita vivir según su propio ritmo y circunstancias cada etapa de su vida.
No lo apresuremos en su desarrollo, es mejor irlo descubriendo conforme crece, dejarnos sorprender con lo que nuestro bebé es, con lo que logra a su ritmo, con lo que le toca vivir en su momento, permitámosle ser diferente al bebé de la amiga, de la hermana, de la vecina, no hay que insistir en que aprenda más de lo que le corresponde.
Lo realmente importante, lo que lo hará crecer emocionalmente sano, serán nuestras atenciones, cariño, cuidados, el dejarlo sentirse libre para aprender a su tiempo, haberle permitido experimentar y descubrir el mundo a su manera, sin comparaciones, sin presiones, sin tener que demostrarle a los demás que vale por lo que hace o sabe, sino hacerle sentir que es único y especial solo por quien es.
Lo más seguro es que cuando llegue al jardín de niños ya habrá alcanzado un excelente desarrollo y aun así siempre habrá diferencias, porque el mundo es como un rompecabezas y cada uno somos una pieza diferente pero necesaria para hacer que todo funcione.
Disfrutemos de nuestro bebé y dejemos que vaya descubriendo, aprendiendo y logrando todo lo que se propone permitiendo siempre que lo haga a su ritmo.
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Una de las situaciones que podemos revisar es si el bebé aún pide la toma de leche por las noches, pues involucraría que se trasladen para alimentarlo y esto definitivamente se facilita más cuando está en la misma habitación; muchas veces vivir en casa de los abuelos y disponer de una sola habitación, cambiaría todo y la independencia del bebé se haría manejando otros cambios en su rutina.
Hay que tomar en cuenta también si el bebé ya tiene un hermano o hermana que van a compartir la habitación, para que su sueño no sea interrumpido cuando llore el bebé las primeras noches, entonces habría que esperar a que realmente el bebé duerma en forma continua sin despertarse hasta por la mañana.
LLevar al bebé unos días antes de realizar el cambio a que conozca su habitación, pasar ahí momentos de juegos en su cuna, permitirá que se familiarice y que todos sus sentidos se acostumbren a ella. Otro elemento de gran ayuda sería colocar lamparitas nocturnas para mantener la habitación ligeramente iluminada.
Cuando ya hay oportunidad de hacer la transición y ambos padres están de acuerdo, lo más recomendable sería iniciarla entre los 6 y 7 meses, la razón es que a esta edad aún no hay mucha consciencia del entorno y no sufrirán ansiedad por dejar de ver a sus papás, se adaptarán más fácilmente.
Un dispositivo para monitorear al bebé será de gran ayuda, tal vez las primeras veces el nerviosismo de si se despierta y no lo escuchan o el hecho de haber estado impuestos a solo voltear y verlo, les ocasionará algunos inconvenientes de sueño, pero pronto se acostumbrarán al igual que el bebé y habrán superado esta etapa.
Es importante no dar marcha atrás ya que, en ocasiones, si el bebé enferma, querrán vigilarlo de cerca todo el tiempo, pero es más recomendable tener un sofá cama, una cama o algún mueble cómodo en la habitación del bebé para quedarse con él mientras su salud mejora que volver al inicio y se olvide lo aprendido.
Estar conscientes de que habrá algunos malestares y situaciones difíciles, tener la convicción de que es lo mejor para su bebé y estar dispuestos a pasar por cualquier inconveniente, será de gran importancia para que este traslado resulte a favor de todos.
Los consejos y las recomendaciones siempre son válidas, pero ciertamente nadie como los papás para tomar decisiones sobre los hijos, pues los conocen mejor que nadie y siempre buscarán lo más óptimo para su bebé.
]]>El gateo constituye un paso en el desarrollo neuromotor, prepara al pequeño para posteriores aprendizajes como leer y escribir ya que desarrolla la coordinación ojo-mano, así mismo, favorece el fortalecimiento de los músculos de brazos y piernas que más adelante le permitan mantener la columna perfectamente recta cuando esté maduro para poder ponerse de pie. Ayuda también al desarrollo intelectual y al equilibrio, le permite determinar el espacio que le rodea, enfoca su visión y fomenta su independencia.
Este es un período de transición que se presenta entre los 8 o 9 meses ya que tu bebé se sostenga bien estando sentado, sin embargo, algunos lo hacen alrededor del año, otros a los seis meses, mientras que hay niños que aprenden a caminar sin haber gateado nunca. Todos los niños tienen su propio proceso, no debes forzarlo y no te desesperes, no todos son iguales, lo ideal es que tarde o temprano pudieran hacerlo.
Tú juegas un papel importante para motivar a tu bebé a que se aventure en esta acción, no temas que se ensucie la ropita o se lastime sus rodillas o por cuestión de seguridad pienses que sea mejor mantenerlo en el corral limitando su espacio para la exploración y para que se pueda trasladar por diversos lugares fortaleciendo su autonomía y seguridad.
Es importante que le prepares un espacio libre, un suelo limpio, liso, seguro, acogedor y cálido; es probable que, en un principio, no quiera gatear, ya que es un ejercicio que se hace gradualmente, por ello, es importante el acompañamiento y la estimulación de los padres.
Permitir que el niño esté en posición boca abajo promueve el gateo, juguetes con sonidos y colores que le llamen la atención pueden convertirse en objeto de distracción para que el bebé los empuje y los persiga, su ropa debe ser lo más cómoda posible y evitar el uso de los zapatos.
Colócate al final de todos los estímulos, lo más probable es que también busque ir hacia ti, aunque puedes también posicionarte a su lado y gatear con él, pues tu bebé aprende también por imitación, pero eso sí, nunca le obligues, si bien es ideal que gatee antes de caminar por todo lo que puede representar para su desarrollo, si tu bebé se para y se lanza a caminar antes no debe tampoco convertirse en motivo de preocupación.
Todos los peques terminan en algún momento por gatear, aunque estén más grandecitos y ya caminen, puedes motivarles a realizar juegos que impliquen esa función, lo importante es que no quede por ti el darles la oportunidad de que lo hagan.
]]>Cuando es aún muy pequeño, en sus primeras comidas irás notando sus gustos y preferencias, hay que darle a probar poco a poco todo lo que esté indicado en su dieta y no preocuparte si algo no le gustó, no lo fuerces a comer, háblale y sonríe mientras le das su comida y dedica ese tiempo solo para él, esta primera experiencia es importante ya que relacionará su hora de comida con algo agradable.
Cuando llegue la hora de aprender a comer por sí mismo le gustará descubrir, sentir y juguetear con la comida, es importante dejarlo experimentar con sus sentidos, que se ensucie que luego lo limpiarás, una buena idea es tener dos platos, uno para tu bebé y otro para ti en el que puedas darle hasta que poco a poco aprenda a comer sin necesidad de que haya tanto batidero en la periquera, bueno y en el piso o en tu ropa.
Cuando al fin ha podido comer con su cuchara piensas que todo está controlado, es probable que también ya tenga un horario que le permita comer en familia y es maravilloso, pero como quizá ya empieza a caminar no querrá sentarse a comer porque preferirá seguir descubriendo ese mundo en el que ya es más independiente.
En esa etapa hay que esforzarse por tener comidas atractivas, cubiertos con dibujos o formas que le llamen la atención, es importante que los juguetes se queden en otra área fuera del alcance de su vista para que no le distraigan, también es recomendable que vea a todos comer y platicar y que se sienta involucrado, tal vez pueda mantenerse un poco más
Finalmente, todos los niños hacen berrinches y batideros, prefieren los juegos antes que comer y la situación puede llegar a ser un momento de tensión, así que la paciencia es más que necesaria, importante también es no prometer un regalo o un postre si come, no permitir que se dé cuenta de que te preocupa, hay que dejarle poner sus límites de satisfacción y saber que mientras no presente desánimo, enfermedad, inactividad o somnolencia, todo estará bien.
Nunca hay que obligarles a comer o acabarse todo lo que les han servido se volvería un problema serio, es recomendable servir porciones pequeñas en su plato y así se puede ir sirviendo un poco más si es necesario.
La mejor forma de saber que tu bebé no tiene problemas en esta batalla de la comida es observar que se mantiene activo, tiene mucha energía, está creciendo y se ve saludable, no te preocupes, esto pasará y lo más probable es que años más tarde tengas a un adolescente con un apetito voraz que acabará con toda tu despensa.
]]>Ahora que está contigo ¡quisieras decirle tantas cosas!, pero tal vez pienses que no te entienda, sin embargo, tú iniciaste una comunicación verbal desde que lo llevabas en tu vientre, ¿lo recuerdas? Le hablaste, le cantaste, le contaste cosas, además, tu bebé es muy perceptivo y aunque no comprenda aún el significado de las palabras, es capaz de establecer conexiones entre los sonidos, tus caricias, lo que haces y tus estados de ánimo.
Un bebé comunica sus necesidades con llanto, movimiento de manos y piernas, mirada y expresión de su rostro y cada mamá por su intuición, va interpretando y comprendiendo lo que con eso quiere decirle, por eso es importante aprovechar esos momentos para ir desarrollando en tu bebé el lenguaje, tú puedes responderle con palabras y acción conjuntamente.
Cuando el bebé esté en su cuna tranquilo, cuando sentada en la mecedora lo tengas entre tus brazos, puede ser también una ocasión ideal para hablarle, platícale de las cosas que haces, de lo mucho que le amas, pregúntale cómo está, ¡sí, pregúntale! es una forma de estimularlo, poco a poco cuando menos te imagines va a responder, al principio, con pataleos y sonrisas, después serán balbuceos que te derretirán de ternura.
Trata de hablarle despacio y gesticulando algunas palabras como “mamá”, “papá” para que observe la forma en que tus labios se mueven y luego pueda imitarlo, repite su nombre y conforme vaya creciendo en cuanto tenga mejor contacto visual, nombra algo y luego muestra la imagen o el objeto, tal vez pueda ser de animalitos que además podrás complementar con los sonidos que cada uno hace, eso le gustará.
Las canciones infantiles acompañadas de señas o movimientos son una muy buena herramienta para ayudarles a realizar conexiones que propiciarán más tarde una mejor comunicación y utilización del lenguaje y no olvides que la modulación, el tono, la intensidad y la melodía de tu voz son señales que le ayudarán a comprender mejor.
Cualquier lugar es bueno para platicar con tu bebé, cuando le bañas, cuando le pones en el cambiador para ponerle su ropita, cuando vas en el carro de paseo, en fin, tu creatividad y tu amor te darán mil y una formas en que puedas hacer de una situación, una oportunidad para que la comunicación verbal se dé y pueda convertirse en un momento muy especial, divertido e íntimo con tu bebé.
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Existen miles de artículos en un sinfín de páginas para padres primerizos que no acabarían de leer y hay tantos temas que no sabrían ni por dónde empezar, por eso es importante entender qué es lo esencial, de lo que concretamente papá y mamá próximos a recibir a su pedacito de cielo, deban estar enterados.
A veces, buscan las respuestas cuando ya están pasando por una situación particular y en esa desesperación están dispuestos a recibir cualquier información venga de quien venga aceptándola como verdadera, es ahí donde se sienten frustrados al pensar que no están haciendo las cosas bien y, sin embargo, podrían estar pasando por un momento tan natural de su bebé sin saberlo.
Temas como lactancia, llanto, ronchitas, aspecto físico, sueño, rozaduras, cólicos, evacuación, formas de acomodarlo en su cuna, etc. suelen preocupar y crear una situación tensa donde los padres, nerviosos, transmiten su intranquilidad al bebé sin haber razón justificable, porque hay cosas que simplemente van a suceder porque son parte de la nueva vida.
Afortunadamente hoy en día los profesionales de la salud, en especial los neonatólogos, son personas que están debidamente preparadas para poderles apoyar desde antes de nacer su bebé, inclusive, algunos toman cursos específicos sobre temas como la lactancia y ponen a su disposición pláticas prenatales en grupos o particulares que les proporcionarán, además de una información más fidedigna, una tranquilidad que les hará recibir a su bebé con mayor confianza y sentirse más relajados al pasar por situaciones previamente conocidas.
Sin embargo, no hay fórmulas mágicas que den en el clavo a todo lo que sucede, porque cada vida es única, cada bebé es especial y cada mamá o papá descubrirán junto a su bebé muchas cosas, pero siempre será muchísimo mejor si están informados y preparados, porque de ser así, se estarán asegurando que habrá más tiempo para disfrutar a su bebé y menos para preocuparse por él.
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En estos primeros meses, tienes oportunidad de ayudarlo porque pasa más tiempo contigo y es entonces cuando jugar con él, además de estimular su desarrollo, se convierte en un momento de apego y vinculación emotiva.
En esta etapa no hay necesidad de sacarlo a algún lugar donde ofrezcan estimulación temprana, si quieres, es algo que podrías hacer más adelante, pero por el momento, lo ideal y más recomendable sería realízale juegos, ejercicios y masajes simples que lo vayan ayudando en su desarrollo, simplemente recostado en su cuna o en tu cama.
En sus primeras semanas, el bebé pasa su tiempo comiendo y durmiendo, lo que necesita es tranquilidad, pero puedes iniciar con canciones de arrullo mientras lo duermes o canciones alegres mientras lo bañas, inventa las letras incluyendo su nombre y las palabras papá y mamá o un te quiero, por ejemplo.
En los primeros meses también el sentido del tacto es el más desarrollado por eso las caricias, los masajes, colocarle sobre mamá o papá proporcionan un estado de relajación que ayuda a desarrollar la confianza, estimulando así su capacidad sensorial.
Cuando veas que tu bebé esté más alerta, intenta, mientras está en su cuna, sujetar frente a él pelotitas o pañuelos de colores brillantes, en especial el rojo para que vaya fijando su mirada y pueda seguir el movimiento, si es posible acompaña este juego con una canción cortita sobre el color o la figura, así los sentidos de la vista y el oído se fortalecen.
Baila y canta con tu bebé en brazos y si tu pareja te acompaña, ¡mejor!, procura que sea música o canciones hechas para su etapa pues generalmente tienen el tono, ritmo y melodía adecuados, de otra forma podrías ponerle inquieto, seguro le gustará la música que te agrada, pero puedes dejarla para cuando esté más grandecito.
Estimula piernas y manos con movimientos suaves como encoger y estirar las piernitas, abrir y cerrar brazos, levantarlos y bajarlos, gíralo despacio hacia un lado y hacia el otro, le ayudará a que luego pueda voltearse, colocarlo boca abajo con un juguete llamativo al frente también le reforzará para este movimiento; acompaña siempre estos ejercicios con música o canciones, háblale o cántale describiendo lo que haces, tendrás una comunicación bellísima con tu bebé.
También puedes ponerlo sobre su vientre en la cuna o en tu cama, dar masaje a su espalda, mover sus piernas; el instinto maternal te permitirá descubrir, crear, inventar, generar nuevas ideas para ayudarle, pero sobre todo abrázale, abrázale mucho y dile cuánto le amas, esa será la mejor estimulación que puedas ofrecerle.
]]>Puedes tomar cursos, leer, recibir consejos y todo cuanto esté escrito y dado por hecho y sí, esto te será de ayuda para criar a tu bebé, pero la crianza es más cuestión del corazón, de ese sentimiento único que te une a él, te hace amarlo, protegerlo y poner atención a sus necesidades, además, los padres son poseedores de un don natural que deja en claro que están más que preparados para hacerlo.
Hablamos de que poseen instintos especiales y se ha comprobado que en momentos donde un bebé, por ejemplo, va a caer de la cuna, resbalarse o tropezar con algo, es increíble la forma en que reaccionan, a su alrededor podrán quedar todos paralizados, pero mamá y papá, es como si olfatearan el peligro.
Es importante que de alguna forma tanto tú como tu pareja estén de acuerdo en cuanto a lo que decidan para su formación y educación futura, pero en lo que se refiere a los primeros años de vida, lo que requiere el bebé es algo que se podrá cubrir con mucho amor y especial cuidado, con el conocimiento y experiencia que se va adquiriendo día a día en la interacción con tu bebé y por supuesto, siempre apoyándose, cuando surja la duda, en alguien de confianza y que tenga dominio del tema.
La base de una buena crianza es la paz que el bebé pueda tener a su alrededor, una pareja unida y que está dispuesta a tener paciencia, aprender, apoyarse y resolver juntos los conflictos o problemas que se presenten, crea un mejor ambiente, un hogar más sano en donde se facilitará el desarrollo y crecimiento de los hijos.
Podrás tener muchos conocimientos sobre bebés, ser hasta algún profesional experto en ellos o haber pasado ya la experiencia de otro hijo, pero si en tu hogar no existe armonía, tu bebé lo resentirá y esos primeros años son clave para que surja lo mejor de su personalidad y que afloren todos sus dones.
Dicen que la vida se abre paso y eso te permite tener la tranquilidad de que todo se puede superar, aprender, adaptar…
]]>Todo está muy bien, excepto que aún sabiendo que te ibas a desvelar, te das cuenta de que no estabas tan preparada como creías y esos primeros días, ese primer mes, el cansancio te agobia entre alimentar, cambiar pañales, bañar y dormir a tu bebé, una secuencia interminable. Y sí, así son los bebés, ocupan tu tiempo, necesitan de ti, se están acoplando a este mundo porque en tu vientre no les hacía falta nada.
Los bebés requieren de mucha atención y aunque ya hayas tenido hijos, cada uno es diferente, tiene su propia personalidad, por eso poco a poco se va formando un vínculo de comunicación, se van conociendo y tú vas aprendiendo lo que cada movimiento, cada llanto y cada sonrisa significan, eso te dará ventaja para saber cómo ayudarlo a que esté tranquilo.
Al principio la demanda de alimento es tan seguida que solo te queda aprovechar lo poco que duerme para relajarte, tal vez hay mucho que hacer en casa y no tengas ayuda, ¡La casa puede esperar!, necesitas colaboración de tu pareja en esta primera etapa, pero siempre aprovecha descansar cuando al fin has podido dormirlo en su cuna, no importa si son 5 minutos, créeme, te sirven.
Poco a poco será más fácil entretenerlo, acostúmbralo a estar por ratos en alguna manta de juegos para que vaya descubriendo colores y vaya ejercitando su cuerpo al tratar de alcanzarlos; siempre busca un lugar seguro para colocarlo donde puedas estar tranquila y relajarte, siéntate a su lado, levanta tus piernas, descansa mientras lo observas, te darás cuenta de que ese momento de independencia para él será de aprendizaje, y para ti de relax, ambos lo disfrutarán.
Háblale para que se sienta seguro ya sea que estés cerca o lejos y aunque cantes mal las rancheras, apréndete algunas canciones infantiles eso les gusta, los calma y puedes hacerlo con el bebé a tu lado sin tener que cargarlo todo el tiempo, pues los brazos fuertes también se cansan, es agotador por los desvelos traer todo el día al bebé en brazos, puedes aprovechar y estar acostada junto a él abrazándolo o simplemente que sienta tu calor, a lo mejor ¡Hasta se duermen los dos! No te pongas nerviosa porque solo le transmitirás tu preocupación, el bebé se inquietará más y tú descansarás menos.
Cuando los abuelos o tíos les visiten, aprovecha para que te ayuden un poco para cargarlo y entretenerlo, tu pareja puede apoyarte también y no te sientas mal porque necesites unos momentos de descanso, cualquier mamá podrá contarte que pasó por lo mismo. Al principio evita recibir grupos numerosos de personas en casa, pueden alterar el horario del bebé o alterarle a él en su entorno de paz y batallarás más para dormirle.
Y finalmente, los descansos podrán ser pocos, pero hay que encontrar el momento adecuado, es importante y sí que lo hay, solo mantente tranquila, piensa que esto pasará, pide apoyo a tu pareja o a alguien de tu familia de vez en cuando y poco a poco ya verás, tu bebé requerirá menos atención nocturna, dormirá en su cuna toda la noche y tu descansarás también. Y recuerda que habrá muchos más momentos agradables que borrarán toda fatiga: su sonrisa, sus primeros gorjeos, esa mirada que no se despega de ti, es tu bebé, te ama y estuvo 9 meses solo contigo, dale tiempo.
]]>No puedes dar por hecho que tu bebé no tenga edad suficiente para algunas cosas, pues tal parece que han heredado genes que los hacen realizar peripecias más increíbles que los personajes de un circo.
Todo producto hoy en día te vende seguridad para tu bebé, en cierta forma te hace sentir más relajada y confiada; vallas, protectores, cerraduras, rejas y puertas, cunas con todas las características de seguridad, ¡monitores con cámara! etc., además, hay miles de páginas que te dan recomendaciones y sugerencias para que tengas tu casa y sobre todo su cuarto más seguros.
Es bueno que siempre estés preparada con todo el kit de seguridad y que compres la cuna y muebles adecuados, es lo mejor que puedes hacer, pero la vigilancia materna desde que nace hasta sus primeros años de vida debe ser lo más cercana posible.
No se trata tampoco de que tengas miedo por todo o te la pases incluso toda la noche sin dormir por estar observándolo si respira o se mueve, ¡Tendría que volver a tu vientre para que estuviera protegido todo el día!
Pero la vida en la actualidad es más precipitada, te ocupa en miles de cosas, te mantiene distraída por la cantidad de información que generan las redes sociales, te lleva al punto de estar leyendo un artículo sobre la seguridad de los bebés mientras tu bebé se está trepando por la cuna, ¡Así!
Sin embargo, no tienes mil ojos, oídos o manos para poder evitar que de vez en cuando algo se te pase por alto y bueno, también los bebés son muy aguantadores, ¡Dicen que son de plástico!, solo debes estar lo más atenta posible, aún y cuando tengas todo el kit y hayas leído todas las recomendaciones, siempre serás tú su mayor seguridad.
No te queremos preocupada, porque ¿sabes?, tienes algo muuuy a tu favor, ¡TU INSTINTO MATERNAL!]]>Sin embargo, hay circunstancias en que es necesario dejar al bebé con otra persona, no te sientas mal por ello, pero eso requiere de una decisión correcta para no afectar su seguridad, tranquilidad y estabilidad.
En este punto existen dos situaciones:
La madre que tiene que regresar al trabajo después de su incapacidad y debe dejar a su bebé durante la mayor parte del día con alguna persona o en alguna estancia y la madre que debe salir a algún compromiso en donde no puede llevar a su bebé y debe dejarlo por un tiempo corto con alguien.
Como de guarderías se ha hablado mucho, hoy queremos enfocarnos en la segunda situación.
En cualquier momento pasa que solo tú puedes hacer alguna actividad durante el día que requiere de tu presencia sin bebé, como trámites legales, visita al médico, etc. ó por la noche, como boda de un familiar, alguna emergencia o algún compromiso inevitable.
Lo ideal es que no saques a tu bebé, los primeros meses es importante respetar sus horarios de sueño, su tranquilidad, lo que necesitas es tener siempre dos o tres personas con las que puedas contar para su cuidado, de preferencia familiares.
Es importante que al nacer tu bebé vayas permitiendo a prospectos como sus abuelos, tíos o algún familiar de confianza que hagan visitas regulares en tu hogar, ellos podrán ver cómo duermes al bebé, cómo lo acomodas en tus brazos, si le gusta que le canten, de qué forma lo acomodas en su cuna, si es posible, que ellos vayan haciéndolo de vez en cuando para que el bebé se acostumbre a su voz, a su olor, a su presencia, así cuando tengas que salir, estarás segura de que quien te lo cuida le conoce.
Es recomendable que la persona que vaya a cuidarlo sepa un poco de bebés, no le de miedo cargarlo, no sea ni muy joven ni de edad muy avanzada, ya que tu bebé necesita de estados de alerta, reacciones inmediatas y brazos fuertes.
Si estás amamantando a tu bebé, procura tener congelada leche que hayas recolectado con anterioridad (hablaremos de esto en otra ocasión), dejar preparados los biberones que pueden usar e incluso el aparato para calentar los biberones con la leche listo solo para conectarlo, recuerda que quien cuida al bebé no tendrá la destreza que tú ya has adquirido y esto evitará que tu bebé se inquiete más tiempo en la espera.
Procura tener en un sitio visible pañales, crema para las rozaduras y cambios d ropa, que nada sorprenda a quien lo cuide, que esté todo a la mano, deja escrito tu celular y otros teléfonos a donde se puedan comunicar para cualquier emergencia.
¡Tú no quisieras dejarlo!!!!, pero no te preocupes, es parte de la vida diaria, solo son circunstancias, momentos, tu bebé siempre te preferirá a ti y tú siempre le darás tu mejor tiempo.
]]>Dentro de los modelos antiguos, modernos, en colores, con apliques, etc. podemos encontrar distintos tipos de cuna:
Cuna clásica: Con barrotes, esta cuna es la clásica opción para el cuarto del bebé y que él usará hasta aproximadamente los 2 años (o antes), cuando pase a una cama. Algunos modelos vienen con la opción de dos niveles, para colocar el colchón más alto cuando el bebé es más pequeño.
Cunas convertibles y funcionales: Estas cunas tienen la opción de barandas desmontables para usarlas en un futuro como camas. Además del espacio para que el bebé duerma, las funcionales cuentan con cajoneras y/o estantes en uno de sus extremos que también son desmontables, para poder usarlos cuando la cuna se convierta en cama y algunas incluyen un cambiador desmontable arriba de los cajones. Lo bueno de estas cunas es que no hace falta comprar una cama cuando el niño la necesite, aunque suelen ser más costosas que las cunas clásicas y simples. En estos casos, también pueden contar con dos niveles para subir el colchón en los primeros meses del bebé.
Cunas colecho o “sidecar”: Son cunas de solo tres lados que se acoplan y se adaptan a la altura de la cama de manera que el bebé quede acostado al lado de sus padres, pero en un espacio propio. Este tipo de cunas suelen venir con una baranda desmontable para transformarla en una cuna estándar.
Cuando se trata de elegir cunas, son las mamás quienes tienen la última palabra y todos sabemos que la decisión de mamá es siempre la mejor decisión.
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